Definición: entiéndase por víctimas las personas que, individual o colectivamente, hayan sufrido daños, incluidos lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo sustancial de sus derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que violen la legislación penal vigente.
En este caso se trata de la esposa del atacante, una mujer de 50 años, que a consecuencia de las lesiones recibidas, debió ser trasladada de urgencia por el servicio médico.
Las mujeres maltratadas pueden generar hijas que las desprecian e infravaloran, consideran a su madre una mujer insegura, inmadura y se separan emocionalmente de ellas, perdiendo las madres autoridad y respetabilidad. Se acepta culturalmente una cadena violenta en la que el padre golpea a su pareja, la madre a los hijos y los hijos entre ellos, respondiendo a patrones negativos que se transmiten a veces de forma simbólica por medio de actitudes de rechazo, de indiferencia y otros pequeños actos cotidianos.
De acuerdo a la modalidad de que se trate, a la edad de la víctima, a su relación con el autor y a la duración de la agresión, las consecuencias a nivel físico, psicológico o social pueden ser graves, gravísimas o irreversibles, llegando incluso hasta la pérdida de la vida.
- El valor de un hombre no se mide por su fuerza sino por la capacidad que tiene para el cuidado de la vida. El patriarcado inventa "perfiles" para esconder su propia violencia.
- Con el silencio nos hacemos cómplices de la violencia. ¡DENUNCIEMOS!
- Los malos tratos vistos desde fuera son atroces, pero vistos desde dentro son devastadores. El maltratador es un delincuente, pero la mujer maltratada se convierte en una persona gravemente afectada psicológicamente:
* La autoestima de las mujeres baja a niveles mínimos.
* Tienden a interiorizar el machismo del marido y de las figuras de autoridad.
* Las familias en donde hay maltrato, generalmente son familias donde los roles están muy separados. El rol del marido tiene mucha importancia, y la mujer se considera que aporta menos, por eso ellas, las mujeres, pierden su autoestima.
* Tienen miedo, estrés, conmoción psíquica aguda, ansiedad, depresión, desorientación, incomunicación y aislamiento provocado por el continuo desamparo social.
* Muchas cortan con la familia para que no se enteren de lo que pasa. Lo normal es que la víctima tarde de 6 a 10 años en poner una denuncia y varios años en que los que la rodean sepan la realidad.
* Tienen sentimiento de subordinación y dependencia y, además, sienten incertidumbre. Ellas mismas se culpabilizan. "...quizás soy yo la que no supe hacerlo", dicen algunas. "Estaba celoso, le saqué yo de quicio"...
* Están desmotivadas y tienen una profunda ausencia de esperanza, lo que se llama una visión de túnel. Piensan que su vida esta totalmente perdida.
* Carecen de poder real interior para superar los problemas de: impotencia, indecisión, vivencia de la realidad o creación de roles alternativos.
* Se crea el "síndrome de la mujer maltratada", que es algo parecido al síndrome de Estocolmo, donde uno se identifica con la figura de poder y de valor que ve; en este caso el marido.
* Muchas mujeres maltratadas tienen unos antecedentes parentales de violencia con lo cual tienden a elegir parejas violentas.
* Tienen poco o nulo margen en la toma de decisiones con lo que respecta a la vida de pareja y a la suya propia.
* Baja interiorización de valores sociales y democráticos e incluso también religiosos.
* Padecen a veces trastornos alimentarios severos como anorexia o bulimia. Trastornos del sueño. Irritabilidad y reacciones de indignación fuera de contexto.
* También, son frecuentes trastornos de alcoholismo y de ludopatía (Adicción patológica a los juegos electrónicos o de azar)
* Muchas de las mujeres aficionadas al bingo son, en muchos casos, mujeres maltratadas y áltamente deprimidas
Sufrimiento
La incapacidad para soportar lo desagradable varía de un sujeto a otro. No todos tenemos los mismos umbrales de dolor o de tolerancia al mismo.
Estas diferencias individuales parecen estar determinadas no solo por la genética sino también por la educación.
Una persona que haya sido contemplada, sobreprotegida y preservada de todo mal en sus primeros años de vida probablemente no alcance a desarrollar la fortaleza para enfrentar la adversidad.
Esto no quiere decir que estas personas tiendan al masoquismo o al autocastigo, o a fomentar el suplicio como forma de vida, sino que evitan reconocer que cualquier cambio requiere una inversión de esfuerzo, un coste que, simplemente, los "cómodos" no están dispuestos a pagar.
Frustración
La clave de este esquema es el egocentrismo, es decir: "si las cosas no son como me gustaría que fueran, me da rabia."
Tolerar la frustración de que no siempre podemos obtener lo que esperamos implica saber perder y resignarse cuando no hay nada que hacer.
Significa ser capaz de elaborar duelos, procesar pérdidas y aceptar, aunque sea a regañadientes, que la vida no gira a nuestro alrededor.
Muchas veces no es la tristeza de la perdida lo que genera la desesperación, sino quién echó a quién.
Perfil de la mujer maltratada
Dimensión cognitiva
Minimizar la violencia
Creer en el cambio de él
Negar la violencia
Justificar la conducta violenta
Idealizar a la familia y ser madre
Tener cogniciones poco ajustadas a la realidad
Tiempo personal
Creer que la mujer es la responsable de la violencia
Creer en la adaptación al abuso
Propender a que las engañen
Pensar en el futuro en términos negativos y desesperanzados
Autodesvalorizar sus capacidades
Recuperar las capacidades evadir la violencia
La mujer maltratada:
Esta es, quizás, la primera persona en que se piensa cuando se habla de violencia familiar. La mujer golpeada, la mujer abusada, la mujer maltratada, la mujer sumisa, la mujer engañada, la mujer postergada.
Una posición tan vieja como la historia del mundo. Cuestionada en estos tiempos por la pretendida, y merecida libertad, que vino nada menos que a cambiar el "orden" de las cosas. Convirtiendo a la mujer en la gran responsable de cuanto provoca y cuanto le pasa.
El concepto de mujer maltratada hace referencia específica al género femenino, en un contexto social en el cual la mujer reviste una posición de inferioridad, dado que, aún hoy, en la sociedad, el hombre detenta el poder prevalente. En tal sentido, compete a la mujer demostrar, a través de su capacidad personal, que puede ocupar posiciones sociales de envergadura, mientras que, al hombre, las mismas le resultan adscriptas por su condición de género, sin necesidad de acreditación específica. Consecuentemente, de manera abierta o encubierta, el rol social de la mujer implica notorias desventajas, que la tornan susceptible de mayores abusos y malos tratos.
El concepto de mujer maltratada es una construcción teórica que permite un mejor enfoque de un serio problema social, tras el cual se congregan innumerables casos y secuencias personales, con matices muy particularizados, en que se sufren directa o indirectamente malos tratos, y también aquellas situaciones de evidente exposición a los mismos. Por ello, este concepto no es una etiqueta estigmatizante que congela a un individuo en una posición social valiosa, sino una generalización definida a partir de uniformidades evidenciadas en el reconocimiento de vastísimos casos particulares, que asegura un mejor análisis global: premisa indispensable para la evaluación de las perspectivas preventivas y correctivas pertinentes.
Perfil del hombre violento
Es el padre el primer agente de socialización del niño, en especial cuando se trata de transmitir el modelo de virilidad, el cual queda grabado a lo largo de toda su vida.
Las premisas básicas de este modelo encierran mandatos tales como: deberás ser fuerte, dominante, triunfador, ser el proveedor económico, no mostrar tus sentimientos, no llorar. Los hombres ya de adultos confiesan: "nunca he visto llorar a mi padre", "tengo cierta prevención en cuanto a mostrar mis emociones o afectos". Y a su vez se quejan de lo poco expresivos que fueron sus padres hacia sus madres y hacia ellos.Por el contrario, dar rienda suelta a la agresividad y la cólera era algo considerado masculino: lo importante era provocar a los pequeños, a los más débiles. Había que medir la virilidad en el combate y no perder.
Otro aspecto a tener en cuenta es el contacto físico entre padres e hijos, es decir: no temer a abrazarse y saludarse con un beso, si de esta forma mejorará la comunicación entre ellos.
A los varones se los entrena para la competencia en su niñez a través de los juegos, por ejemplo "policías y ladrones", pasando a los de guerra, en la adolescencia en los deportes y, de adultos, en los negocios, la política o en casi todas las actividades en las cuales se prioriza el desempeño y el éxito alcanzado: aprender a conocer la autosuficiencia y el poder, querer ejercer el control de todo lo que lo rodea. Pedir ayuda es una actitud que le es
Recibimiento de la víctima
Este primer encuentro con la víctima constituye una experiencia a la que vamos a encuadrar como una "entrevista en situación", en la cual participan el entrevistado (víctima del delito) y los entrevistadores (personal policial). El objetivo de esta entrevista estará centrado en poder "escuchar" la denuncia de la víctima y aquí tenemos que remarcar una de las características más importantes de la entrevista, que es la relación interpersonal entre el entrevistado y el entrevistador, donde las condiciones y aptitudes que el personal policial pueda generar, ayudará a que la víctima pueda hablar acerca de lo que le pasa.
Aspectos a tener en cuenta en la entrevista
Se pueden enunciar los siguientes:
Privacidad: es fundamental que al recibir a la víctima denunciante se le brinde privacidad con el fin de que esta pueda explayarse en su relato, sin sentirse observada y escuchada por otros, preservando así su intimidad.
Objetividad: es la capacidad de tomar distancia de la situación planteada en la entrevista, sin emitir juicios de valor, apreciaciones personales o conclusiones.
Receptabilidad: significa poder prestar singular atención al relato doloroso de la persona que busca ayuda y que en la mayoría de los casos lo hace desde la vivencia del pánico, por eso es muy importante que desde el primer encuentro quede explicitada la intención de ayuda y asistencia en forma inmediata. ¿Por qué es importante ofrecer ayuda? Porque esa actitud le permite bajar los niveles de ansiedad al entrevistado.
Credibilidad: es importante la actitud de confianza por parte del entrevistador acerca del relato a fin de generar la confianza suficiente en la víctima y así poder llevar a cabo la denuncia.
Cabe agregar que además de los puntos mencionados con anterioridad es importante que el profesional esté capacitado e informado acerca de los:
Derechos de la víctima y la protección legal.
Recursos asistenciales de la comunidad para conectar a la víctima con profesionales (legales) o equipo de salud que puedan brindarle ayuda especializada.
escultura en homenaje a la mujer maltratada
ENSEÑAR A CONTROLARLO
Es necesario que los hogares controlen los programas que pueden ver sus hijos, ya que la mayoría de ellos están cargados de violencia y odio.
Se deben cultivar los valores, practicarlos, para que el niño de hoy que será el hombre del mañana no sea agresivo y no cultive la violencia dentro de su personalidad.
Es necesario que se deje comercializar la violencia y agresión a través de programas y videojuegos.
Lo ideal de esta intervención es contar un Equipo Técnico Especializado, conformado por Psicólogos, Psiquiatras, Trabajadores Sociales, es necesario aunarlos en un mismo fin, para que se de asistencia y contención a la víctima, para su posterior derivación a otras instituciones en caso de necesitar tratamiento.
Conclusiones y Datos Actualizados
El hombre, que hace apenas unas horas golpeó a su mujer con una violencia inusual, parece ahora un chico indefenso. Llora, pide mil veces perdón y jura que jamás volverá a hacerlo. "Si me dejás me mato", amenaza.
Esta escena, enfermiza y extrema, que ocurre dentro de cuatro paredes y se mantiene oculta durante años, es más habitual de lo que se cree. Según las estadísticas municipales, en tres de cada diez hogares de la ciudad de Río Cuarto se vive alguna situación de violencia familiar.
Todas las semanas, cuatro o cinco mujeres de Río Cuarto se animan a buscar ayuda y a contar que en su casa los gritos y los puñetazos son un habitante más.
Lilian Jaule es victimóloga y pertenece al programa de Protección Familiar del Municipio. Desde ese lugar, con un grupo de profesionales, buscan darle contención a un problema que se está expandiendo como la peste desde hace cinco años, cuando la crisis económica empezó a empobrecer a la clase media.
En el 30 por ciento de las familias hay algún tipo de violencia. Pero la que más ha crecido es la que se genera por efecto social. Esta situación recae sobre el empobrecido, sobre el que tenía trabajo estable y ahora se quedó sin nada
Constituida en el año 1992 tuvo como origen el apoyar las acciones de la Casa de la Mujer del Municipio Libertador (Convenio de Cooperación Interinstitucional con la UCV) en su temática más significativa la violencia contra las mujeres. Realizó, en la zona de Catia, el primer Estudio Epidemiológico sobre Violencia Doméstica en el país, investigación sobre los elementos psico sociales de las mujeres maltratadas y talleres de sensibilización y capacitación para la Comunidad y profesionales de ayuda, entre otros.El fin principal de la organización es realizar acciones informativas, divulgativas, de concienciación y sensibilización, orientadoras, preventivas, asistenciales, de capacitación y de investigación en el área de la violencia doméstica hacia la mujer por su parea, con énfasis comunitario.
“En Venezuela miles de mujeres viven en un estado constante de temor a la violencia de sus parejas y de miedo por sus vidas y por la seguridad de sus hijos e hijas. Al no facilitársele un mecanismo que garantice su seguridad, muchas mujeres consideran que no tienen más opción que permanecer junto a su agresor o quedarse sin hogar y ser incapaces de proporcionar sustento para sí mismas y para sus hijos e hijas”,
ACAHUAYO: (Familia lingüística caribe) Conocidos también como akawaio o waika están ubicados en la frontera del estado Bolívar con la Guyana. Sus de características culturales son semejantes a la de los Pemones
ARAHUAC DEL DELTA AMACURO: (Familia lingüística arauaca). Se trata de un grupo muy aculturado que vive en la frontera de Delta Amacuro con la Guyana. Arahuac (pronunciado Aravac) no significa nada en su propia lengua pero en norrés (vikingo) significa algo así como "guardias a titulo honorífico. Se dice que los Arahuac vigilaron y escoltaron a los vikingos por sus viajes a través de los ríos amazónicos del Matto
Vocablos de orígen indígenaAuyamaAguacateAraguaneyAtolArepaBatataCacaoCamburCaraotaCasabeCachapaCoroto CocuyoGuacamayaGuarapoChichaChinchorroChocolateHallacaJojotoMaracaMecateYuca
ubicacion de las comunidades indigenas
Etnia "Bari
BARI: (Familia lingüística chibcha) También conocidos como motilones bravos, es un grupo situado en la Sierra de Perijá, estado Zulia. Son considerados agricultores excepcionales y de cultura integrada. Tienen fama de violentos ya que antes de 1960 se les recuerda en fuertes enfrentamientos. Su población ha mostrado un incremento tanto en Venezuela como en Colombia
FUNPROCEP asumió el proyecto de “Apoyo a la promoción de los derechos de la comunidad indígena Motilón Barí” con el objetivo de fortalecer la capacidad de organización autónoma de la etnia, para que ellos asuman la defensa de los derechos de sus 23 comunidades, 417 familias y 3.129 habitantes que ocupan las tierras de El Carmen, Convención, Teorama, Tibú y el Tarra en Norte de Santander.
El nombre Bari significa gente de la piña que, según su tradición, fue el elemento usado por Sabaseba, su dios, para hacerlos surgir. Como la piña, ellos provienen de la tierra, el territorio hace parte de ellos, pero la depredación de los colonos que se lucran con la explotación de hidrocarburos, la presencia de los grupos armados ilegales y los cultivos ilícitos son una amenaza latente para ese espacio que han ocupado por siglos.
funpracep, con la financiación de la Unión Europea, le ha apuntado con este proyecto a potenciar la capacidad de gestión socio económica de los Barí, a afianzar su identidad, tradiciones, mitos, leyendas y medicina tradicional y promover el derecho a la educación por medio de la etno educación, que es la formación que surge de las propias comunidades y tiene su asidero en la ley 115 de 1994.
En estos meses de trabajo se ha brindado apoyo a la junta directiva de Asocbari, socios de primera línea del proyecto. Los talleres de capacitación en lo legal y la asesoría para la formulación de proyectos productivos han trascendido de lo teórico a lo social pues los indígenas nos han abierto las ventanas de su vida y las puertas de su comunidad con generosidad singular.
Defendemos y respetamos su autonomía, a sus autoridades tradicionales, representada por los caciques, y su forma de organización social. Hemos aprendido de su cultura y cosmovisión particular y apreciamos su idioma, bella forma de expresar pensamientos, sentimientos y emociones de un pueblo independiente y autónomo.La selva requiere un contacto íntimo, lo social también. La fuerza de los indígenas emana de la selva como nuestra fuerza emana de la gente. Esa gente de la que hemos aprendido que la riqueza humana está en la variedad y no en la uniformidad impuesta desde centros de poder.
Vale la pena trabajar con los pueblos indígenas porque ellos tienen una forma de ver el mundo que le puede enseñar mucho a occidente, porque sus lógicas sociales, culturales y políticas están desprovistas del voraz apetito capital.
La lógica que impera en el mundo ha puesto en riesgo nuestro planeta y los Motilón Barí son un ejemplo de vida en armonía con su medio y exaltación de la vida en comunidad.“Tengo una profunda afinidad con ese pueblo, entendí que compartir mi vida con ellos era la única manera de poder trabajar un proyecto que les mejore la vida como ellos me la han mejorado desde que pisé el Catatumbo”, remata nuestro compañero Andelfo Ruiz, miembro del equipo de trabajo de Funprocep con la etnia Motilón Bari
aspecto magico y religioso que tienen los indigenas es que se refiere a una estructura o conjunto de estructuras ideológicas propias de ciertos pueblos o etnias donde se sostiene la existencia de un mundo material que es regido por un mundo espiritual, donde hay una clara existencia de fuerzas negativas y de fuerzas positivas, y tales fuerzas son susceptibles a ser manejadas o controladas por el ser humano.
en el uso del sueño o de los mensajes telepáticos es rasgo común entre aquellos brujos que se dedican a curar y a resolver males y, usualmente, no pretenden mantener ni crear una estructura religiosa.